La finalidad de este artículo es explicar algunos principios básicos numéricos a tener en cuenta a la hora de realizar apuestas deportivas.

Hablando en las últimas semanas con alumnos y amigos acerca de las apuestas deportivas, he escuchado frases como “la probabilidad es de un tercio: 1, 2 o X”, “apuesto al Barcelona porque siempre gana” o “el resultado más probable es de 0-0 porque el partido comienza con este resultado”. Estos criterios son legítimos pero desde el punto de vista numérico carecen de sentido.

Lo primero a tener en cuenta en las apuestas deportivas es la comisión del evento.

Si pusiéramos dos personas, cada una con 100€ y alguien nos retira 5€ a cada uno, la comisión que se lleva la casa es del 5% (10€ sobre 200€) y pondría en juego para el ganador, por ejemplo a cara o cruz 190€. Esta operación nos daría cuotas de:

  • Cara @ 1,90
  • Cruz @ 1,90

En las apuestas deportivas para calcular la comisión debemos coger la mayor cuota de los resultados o valores posibles y dividirla entre el resto. Por ejemplo:

  • 1: @1,95
  • X: @3,30
  • 2: @4,00

Si al apuestas al 2, con 100€ ganarías 400€

Si apuestas a la X, (@4,00/@3,30 = 1,21) 121,21€ ganarías 400€.

Si apuestas al 1 (@4,00/@1,95 = 2,051) 205,13€ ganarías 400€.

En total, para ganar 400€ seguros, tendrías que apostar 100€+121,21€+205,13€ = 426,33€. La casa se queda 26,33€ sobre 426,33€, lo que supone un 6,17%.

Los eventos principales y de mayor interés, tienen menores comisiones.

A menor comisión, mayor rentabilidad.

El segundo paso, es comparar la probabilidad del suceso según nuestros criterios, con la cuota (@) dada por la casa de apuestas deportivas.

Siguiendo con el ejemplo anterior cuyas cuotas eran las siguientes:

1 @ 1,95                              X @ 3,30                              2 @ 4,00

La opción correcta es aquella cuya probabilidad otorgada sea superior a la división de 1 entre la cuota (@). Si creo que el suceso de que gane el equipo de casa se daría en más del 51,3 % (1/1,95) de las veces, es correcto apostar.

Una forma de llevar esto a la práctica sería por ejemplo, si nuestro equipo juega sábado o domingo, anotar de lunes a viernes una vez por la mañana y otra por la tarde el resultado que creemos que se dará en el partido, añadiendo cada vez a nuestro pronóstico distintos factores de interés.

Si al final del viernes tengo anotado, 1: 6 veces, X: 2 veces y 2: 2 veces

1             6/10 = 60 %        >             51,3%                   Opción correcta

X             2/10 = 20%         <             30,3%                   No correcta

2             2/10 = 20%         <             25%                       No correcta

 

También podría darse el caso de que no hubiera ninguna opción correcta.

1: 5 veces            X: 3veces            2: 2 veces

1: 5/10 = 50% < 51,3% No correcto

2: 3/10 = 30% < 30,3% No correcto

X: 2/10 = 20 < 25% No correcto

 

Imaginad que este experimento lo realizamos 100 veces en lugar de 10 y teniendo en cuenta cada vez factores distintos, como por ejemplo, cambios en las posibles alineaciones de los equipos, decisiones arbitrales, climatología, trayectoria de los equipos, acumulación de partidos, rotaciones, lesiones…

Cuanto mayor sean nuestros factores a tener en cuenta y mayor la muestra, menor será el error.

Los principios numéricos de las apuestas deportivas son aplicables en cualquier evento deportivo.

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Artículo dedicado a mis alumn@s

Profesor de contabilidad