Observando el mundo que nos rodea podemos encontrar gente que destaca en diferentes ámbitos, gente que ha triunfado pero aún así…

no encuentra la felicidad, su sitio, un entorno en el que sentirse cómodo. Y es que, como ya dijo Howard Gadner, existen muchas inteligencias que nos pueden ayudar a destacar, pero solo dos que permiten establecer relaciones sanas con uno mismo y con los demás. Estas son la inteligencia intrapersonal e interpersonal, que como más tarde definiría Daniel Goleman, conforman la base de la inteligencia emocional.

La importancia en el desarrollo de estas competencias, intra e interpersonal, reside en las posibilidades que nos ofrecen a la hora del crecimiento personal, enriquecen nuestras relaciones haciéndolas más equilibradas, nos permite afrontar nuevos retos con seguridad, gestionar nuestras emociones para ser más felices.

Educar a nuestros hijos, alumnos… bajo esta filosofía del buen estado emocional, les permitirá afrontar los traspiés del camino con optimismo, establecerse sueños y luchar por ellos, relacionarse con el mundo bajo el respeto, empatía y tolerancia, manifestar con asertividad las molestias recibidas y aceptar con resiliencia lo que no podemos cambiar. Es decir, crecer con una mente sana bajo el influjo de la inteligencia emocional. Pero… ¿cómo podemos hacer posible todas estas intenciones?… el 16 de diciembre en Academia Irigoyen te ofrecemos herramientas para educar bajo el influjo de la inteligencia emocional.

Firmado: El equipo de preparadores para oposiciones a Magisterio

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