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CONSEJOS PARA HACER UN BUEN EXAMEN TIPO TEST

Con frecuencia, el primer o único examen de los procesos selectivos de las oposiciones consiste en un ejercicio tipo test, que nada tiene que ver con los de desarrollar que normalmente estamos acostumbrados a realizar y en los que se activa nuestra memoria de recuerdo. Para los exámenes tipo test utilizamos nuestra memoria de reconocimiento, esto es, nuestro cerebro reconoce de forma instintiva aquello que nos resulta familiar, y por ello, la forma de estudio y realización de los mismos es diferente.

Cómo estudiar un examen tipo test

A continuación, tres consejos sobre cómo estudiar un examen tipo test, que te ayudarán a ejercitar y mejorar tu memoria de reconocimiento:

1.- Estudiar activamente: no vale solo estudiar intentado memorizar todo lo que leemos sino que lo importante es identificar y destacar qué conceptos son los más importantes, los clave. Para ello, lee bien el tema o la propia legislación y anota o resalta la información que consideres relevante y que te ayuda a comprender lo leído.

2.- Detecta preguntas:  cuando estudies, intenta detectar posibles preguntas de examen y respóndelas. Eso te ayudará a identificar y retener los conceptos claves, razonando siempre las respuestas. Web externa de test: www.testdeley.com

3.- Practicar mucho: coger agilidad en leer las preguntas rápido y responder es clave para hacer un buen examen tipo test y poder aprobarlo. Tienes que hacer muchos test. ¡Cuantos más, mejor! Así sabrás distinguir de la pregunta cuál/cuales son los conceptos claves y con ello, reconocer claramente las respuestas correctas y las incorrectas. Si llegas a responder la pregunta sin ver las opciones que te dan, ¡sería perfecto! y eso se consigue con mucha práctica. Además, pon mucha atención en aquellas que fallas y razona el porqué. Encuentra ejemplos de examen tipo test en la web de Academia Irigoyen: www.academiairigoyen.com

Consejos para realizar un examen tipo test

1º. Preparación y tranquilidad: aunque sea lo más difícil de controlar, debes intentar llegar lo más tranquilo posible al examen. ¡Los nervios son tus peores enemigos! Con antelación prepara aquello que vas a necesitar para el examen. Nunca olvides llevar un boli azul y otro negro, ¡por si acaso! y por supuesto, tu DNI o documento identificativo equivalente.

2º. Seguir las instrucciones orales y leer atentamente las escritas: las instrucciones que te dan, sobre todo las escritas, suelen aclarar todo lo que debes saber para realizar la prueba (tiempo, qué puedes hacer y qué no, si los errores y abstenciones penalizan o no, puntuación respuestas correctas, etc.). Siempre te dan un tiempo para leerlas antes de que comience el examen.

3º Responder las preguntas que sepamos con seguridad: en una primera vuelta lo ideal sería responder a aquellas preguntas que sabes con toda seguridad y dejar, incluso sin leer, aquellas cuyo enunciado es muy largo. Además, si puedes, hacer alguna marca en las no contestadas puede facilitarte después su identificación más rápidamente. Antes de empezar una segunda vuelta, si el tiempo de lo permite, cuenta más o menos cuantas has respondido para hacerte a la idea de si con ellas puedes aprobar y cuánto puedes arriesgar en la segunda vuelta.

4º. Responder en la segunda lectura: si el tiempo lo permite y puedes volver a empezar, lee únicamente aquellas que has marcado como no contestadas. Releer las contestadas puede llevarte a confusión e incluso bloqueo. De las no contestadas, si quieres arriesgarte, teniendo en cuenta que en la mayoría de los exámenes tipo test las incorrectas penalizan, hazlo en aquellas en las que dudes entre dos respuestas. Entre más sería jugar a la lotería, aunque nunca se sabe si ese día la suerte está de tu lado.